Cinco Días.com. Jaume Viñas - Madrid - 10/03/2010
El sistema de módulos es un nido de facturas falsas", dijo a CincoDías la semana pasada el portavoz de los inspectores de Hacienda, Francisco de la Torre. Y precisamente la tributación de los autónomos será una de la áreas prioritarias de control en el nuevo plan contra el fraude que el Gobierno presentó el viernes.
Un autónomo o pequeño comercio que se acoge al sistema de módulos tributa no por los beneficios reales que obtiene sino por una serie de parámetros (dimensiones del local, consumo de luz, personal empleado). Y, además, tiene menos obligaciones formales y burocráticas.
Este sistema posibilita, entre otros, un fraude muy común: el autónomo que tributa en módulos emite una factura falsa para otro empresario que paga el IRPF en estimación directa o en el impuesto de sociedades. Ello no supone ningún sobrecoste para el modulero (paga lo mismo independientemente de lo que facture) mientras que el receptor de la factura puede deducirse el IVA e incrementar sus gastos, lo que permite, a su vez, reducir la base imponible en el impuesto de sociedades.
El Gobierno reconoce la existencia de este fraude y pondrá en marcha una "prueba piloto". Una delegación de Hacienda se centrará en la investigación en módulos "para obtener datos fiables que determinen la dimensión" del problema. Además, los departamentos de inspección y gestión elaborarán un "protocolo de comprobación específico para los supuestos de emisiones de facturas falsas". En cualquier caso, el Gobierno rechaza modificar la legislación de módulos, un vieja reclamación de los inspectores.
El plan integral de prevención y corrección del fraude fiscal, laboral y a la Seguridad Social que presentó el Gobierno el viernes implica reducir la vigilancia sobre el fraude inmobiliario para centrarse en la evasión del pago de cotizaciones. El objetivo último pasa por lograr que aflore el "trabajo no declarado". Por ello, la nueva estrategia pivota sobre la colaboración entre la inspección fiscal y laboral. Ambos departamentos compartirán bases de datos y, en los casos más graves, una comisión mixta entre Hacienda y la Seguridad Social coordinará las actuaciones. Además, se fijarán criterios conjuntos en operaciones de embargos para evitar solapamientos. Esa alianza debe servir para poner fin a los falsos autónomos, es decir, aquellos asalariados que figuran como autónomos. Ello permite a las empresas ahorrarse el pago de las cotizaciones sociales. En la misma línea, Hacienda y Trabajo también se aliarán para detectar a empresas que se aprovechan de la figura del becario para "obtener mano de obra barata".
El plan contra el fraude aprobado en 2005 -centrado en el sector inmobiliario y que seguirá en vigor- permitió ingresar 8.120 millones el año pasado. Sin embargo, la nueva situación económica supondrá que los ingresos derivados de ese plan se reduzcan en unos 3.000 millones en los próximos años. Esta caída, según el Gobierno, será contrarrestada por las nuevas medidas, que permitirán ingresar 4.000 millones adicionales en 2013. Así, el aumento neto de la recaudación supondrá unos 1.000 millones de euros.
Un autónomo o pequeño comercio que se acoge al sistema de módulos tributa no por los beneficios reales que obtiene sino por una serie de parámetros (dimensiones del local, consumo de luz, personal empleado). Y, además, tiene menos obligaciones formales y burocráticas.
Este sistema posibilita, entre otros, un fraude muy común: el autónomo que tributa en módulos emite una factura falsa para otro empresario que paga el IRPF en estimación directa o en el impuesto de sociedades. Ello no supone ningún sobrecoste para el modulero (paga lo mismo independientemente de lo que facture) mientras que el receptor de la factura puede deducirse el IVA e incrementar sus gastos, lo que permite, a su vez, reducir la base imponible en el impuesto de sociedades.
El Gobierno reconoce la existencia de este fraude y pondrá en marcha una "prueba piloto". Una delegación de Hacienda se centrará en la investigación en módulos "para obtener datos fiables que determinen la dimensión" del problema. Además, los departamentos de inspección y gestión elaborarán un "protocolo de comprobación específico para los supuestos de emisiones de facturas falsas". En cualquier caso, el Gobierno rechaza modificar la legislación de módulos, un vieja reclamación de los inspectores.
El plan integral de prevención y corrección del fraude fiscal, laboral y a la Seguridad Social que presentó el Gobierno el viernes implica reducir la vigilancia sobre el fraude inmobiliario para centrarse en la evasión del pago de cotizaciones. El objetivo último pasa por lograr que aflore el "trabajo no declarado". Por ello, la nueva estrategia pivota sobre la colaboración entre la inspección fiscal y laboral. Ambos departamentos compartirán bases de datos y, en los casos más graves, una comisión mixta entre Hacienda y la Seguridad Social coordinará las actuaciones. Además, se fijarán criterios conjuntos en operaciones de embargos para evitar solapamientos. Esa alianza debe servir para poner fin a los falsos autónomos, es decir, aquellos asalariados que figuran como autónomos. Ello permite a las empresas ahorrarse el pago de las cotizaciones sociales. En la misma línea, Hacienda y Trabajo también se aliarán para detectar a empresas que se aprovechan de la figura del becario para "obtener mano de obra barata".
El plan contra el fraude aprobado en 2005 -centrado en el sector inmobiliario y que seguirá en vigor- permitió ingresar 8.120 millones el año pasado. Sin embargo, la nueva situación económica supondrá que los ingresos derivados de ese plan se reduzcan en unos 3.000 millones en los próximos años. Esta caída, según el Gobierno, será contrarrestada por las nuevas medidas, que permitirán ingresar 4.000 millones adicionales en 2013. Así, el aumento neto de la recaudación supondrá unos 1.000 millones de euros.
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